AUTOR: MARIA CHRONOPOULOU | FOTOGRAFÍA: VASILIS KOUROUPIS
– Empezemos por preguntando ¿qué es exactamente la Shedia?
– La Shedia es una revista de calle. Lo que la diferencia de otras revistas similares, es que no se vende en los quioscos ni en otros puntos de venta de prensa, sino se vende única y exclusivamente en las calles de varias ciudades del planeta. El precio de venta de la revista en Grecia es de 3 euros, y de esta cantidad el 1,5 euro va directamente al vendedor. Los vendedores son nuestros conciudadanos, gente que sufren la actual crisis económica de la forma más cruel. Son gente sin hogar o a punto de quedarse sin hogar, desempleados de larga duración, personas de ingresos muy bajos o de nulos ingresos, quienes viven por debajo del umbral de la pobreza. En esencia, la revista de calle Shedía, como todas las revistas de calle en el mundo, es un proyecto primero social y luego editorial.
– ¿Quál es la función de una revista de este tipo?
– Las revistas de este tipo, como también la Shedia, hacen dos cosas: primero, permite a esas personas ganar con dignidad un mínimo ingreso diario, a través de la venta de la revista, para cubrir algunas de sus necesidades más básicas. En segundo lugar, algo que es igual de importante o quizá aún más, mediante este proceso de la venta permite a esas personas recuperar un sentido de pertenencia. Esta gente permanece activa, se despierta por la mañana y tiene un lugar a donde ir. Son células de nuestra sociedad, no son invisibles (según sus propias palabras). Recuperan la confianza en sí mismos, la autoestima, la voluntad y la seguridad de que son capaces de hacer cosas.
– ¿Cómo surgió la idea del proyecto?
– Hace 8 años formamos un equipo de fútbolo, la Selección Nacional de Personas sin Hogar. Así que empezamos el 2007, hicimos nuestro primer entrenamiento y aquel mismo año fuimos la primera participación griega en la Copa Mundial de Fútbol Calle (Homeless World Cup) en Copenhague. Y fue allá, en julio de 2007, cuando nos encontramos por primera vez con un representante de la Red Internacional de Revistas de Calle. Porque hay que subrayar que la Copa Mundial de Fútbol Calle comenzó a través de las revistas de calle. Así pues, nos explicaron cómo funciona exactamente este modelo y cómo este proceso puede catalizar y apoyar directamente a a algunos de nuestros concuidadanos.
– ¿A cuántos años se remonta este proceso? ¿Y desde cuándo existe en el extranjero?
– Aquí la idea nació en el verano de 2007. En el extranjero, sin embargo, la primera revista de calle, la “Street News” fue lanzada el 1989 en Nueva York, mientras que “The Big Issue”, la revista británica que se considera como una de las revistas de calle más importante del mundo salió el 1991 y llegó a contar con 350.000 ventas por número. La Shedía es uno de los miembros más recientes de la Red Internacional de Revistas de Calle, es el miembro 122 en 41 países. En este momento nosotros contamos con dos años de vida y con alrededor de 170 vendedores. El primer día que arrancamos, el miércoles, 27 de febrero de 2013, contábamos con 15 puntos de venta y ahora son más de 80 y seguimos buscando más. La gente ha abrazado el proyecto, los vendedores vienen cada mañana con una sonrisa y van con muchos ánimos a hacer algo, a vender la revista. Esta es la Sjedia, esta es su gente.
– ¿Se puede decir que es un proyecto nacido en medio de la crisis?
– En términos teóricos y de proyecto inicia comenzó antes de la crisis. Empezamos antes porque veíamos que el problema ya existía. En realidad, fue toda una serie de eventos encadenados durante el tiempo que nos llevaron a formar nuestro grupo y crear la revista. Uno de aquellos eventos, por ejemplo, fue este: entonces trabajaba en la revista “Galera” (= galeón), en pleno centro de Atenas. Desde la ventana de mi oficina, veía cada mañana, sobre las 11.00, que en el edificio abandonado de enfrente se abría una ventanilla, tres personas salían desde el interior, volvían a cerrar la ventanilla, ponían sobre ella un ladrillo como si fuera la llave y se íban. Eran tres conciudadanos sib hogar, el 2005. Es decir, el problema ya estaba aquí desde hace tiempo, lo que pasa es que debido a la crisis actual el tema de las personas sin techo ha tomado dimensiones desproporcionadas. Ahora nos damos cuenta de que los pobres o los sin techo ya no son las personas de al lado, pueden ser las personas de nuestro propio lado.
– ¿En qué se diferencia la Shedía de otros proyectos sociales?
– Una cosa que hace que tanto la Shedía como también el equipo de fútbol de personas sin hogar sean diferentes de otros proyectos, también maravillosos, es que aquí hay una actitud, digamos, agresivamente positiva hacia las cosas. La persona sin techo ya no es un receptor pasivo de un acto de solidaridad. Es una parte viva del proceso. Esta gente vendrá aquí, cogerán los ejemplares de la revista, saldrán a la calle a hacer un trabajo difícil, venderlas en las calles. Una cosa que les repetimos una y otra vez es que “nosotros no os hacemos ningún favor. Sois vosotros quienes vendís la revista, eso es lo que os garantiza vuestros ingresos”. Es algo que está muy claro y créeme que ellos se hacen muy felices con esto.
– ¿Cómo funciona precisamente la red de la Shedía?
– La red de los vendedores funciona de la siguiente manera: en primer lugar, es una red diseñada para personas sin hogar, desempleados y personas de muy bajos o nulos ingresos. Lo único que les pedimos nosotros es firmar el reglamento interno de la red, que implica unas cosas muy razonables. Por ejemplo, que den siempre el ticket de compra a los compradores, que lleven el chaleco de la revista y su carnet de identidad, que estén en el puesto acordado etc. Otra parte es, por ejemplo, que no vienen borrachos, no tienen comportamiento agresivo, no entran en áreas metropolitanas o en locales sin permiso. Son cosas muy sencillas, pero insistimos mucho en ellas. Y hay que destacar que ellos también están de acuerdo de que se trata de exigencias obvias y muy lógicas.
Una vez acordadas estas condiciones, los vendedores cogen diez ejemplares que es su capital inicial, es decir 30 euros. Cuando vendan estos diez ejemplares, tienen la opción de quedarse con los 22,50 euros, para facilitarse económicamente. Con los restantes 7,50 euros pueden prepagar otros cinco ejemplares de la revista, es decir 5×1,5 y no 5×3. Por otro lado, si ya no quieren seguir, si ellos mismos creen que este proceso no les puede mantener lo suficiente, pueden quedarse con los 30 euros iniciales, devolver el chaleco rojo e irse, así de sencillo. La Shedía está aquí para cualquiera que crea que le puede mantener y por el tiempo que lo desee. Entonces, los vendedores “compran” los ejemplares por 1,5 euros y los venden por 3. Así funciona el modelo de las revistas de calle. Lo fundamental es que esas personas se metan en un proceso de responsabilidad, es decir administrar sus ventas, sus ingresos. Es todo un proceso.
– Lo que entendemos, entonces, es que lo hace básicamente la Shedía es motivar a estas personas, y no tratarlas como a alguien que le había de dar limosna.
– Exactamente. Lo que hacemos es motivar a la gente de encontrar su propio camino a través de esta plataforma creada. Y por supuesto a nosotros nos alegra mucho cuando en estos tiempos difíciles que vivimos haya gente que encuentre un trabajo. Y es algo que ha pasado en varias ocasiones: sabes, cuando alguien nos anuncia que se retira de la Shedía porque ha encontrado un trabajo, en nuestras oficinas nos lo celebramos a lo grande. Es algo que no da mucha alegría, a menudos con lágrimas en los ojos. Por otro lado, está claro que nuestro objetivo no es crear un ejército de vendedores en la calle. Al contrario. Nuestra visión es que un día ya no haga falta que exista la Shedía, que todas estas personas encuentren su camino en una sociedad justa. Hasta que esto ocurra, sin embargo, nos declaramos presente y seguiremos luchando, todos juntos, para el hombre, para todos nosotros.
– ¿A qué viene el nombre “Shedía”? (la palabra significa “balsa”)
– En primer lugar, todas las asociaciones que tienen que ver con esta palabra, son positivas. Digamos que la imagen que no piensa de una balsa, es que acaba de suceder un naufragio. No obstante, existe un elemento muy positivo, que es que afortunadamente has tenido un lugar donde empujarse, un medio para poder llegar a la isla, que todos estamos juntos. Éste es el carácter de la Shedia: que todos estamos encima de una balsa, que estamos el uno al lado del otro, que debemos luchar juntos para llegar al destino. Hay unos simbolismos que encajan con el perfil del proyecto: nos subimos a la balsa y nos vamos, hay un destino y esperamos llegar hasta allá.
– Por lo que encaja perfectamente con la actual crisis griega, ya que lo que sucede hoy día en Grecia podría calificarse como un naufragio. Y viene una balsa que es prácticamente el medio que tiene alguien que está en esta posición tan incómoda en medio del mar sin saber qué hacer o cómo llegar a su destino. A un destino que podría ser un trabajo o una casa.
– Exactamente. Esta es la Shedía, nuestra balsa. Creemos que todas las personas tienen derecho a un techo, y este es un principio que estamos tratando conseguir.