AUTOR: MARIA CHRONOPOULOU | FOTOGRAFÍA: VASILIS KOUROUPIS
– Elina, ¿cómo empezó Oikomedia?
– Empecé por mi propia necesidad de involucrarme en la tecnología y por que saliera algo más innovador en el campo del periodismo en Grecia. En realidad, es una plataforma de colaboración para que los periodistas encuentren socios, ya sea porque quieran cubrir algo en otro país o porque necesiten cierta información sobre un tema periodístico. La idea inicial fue la colaboración entre personas de Grecia e Italia, ya que empecé con un colega italiano que trabajaba con grandes agencias y sobre temas peligrosos como la mafia. Después, al regresar a Grecia en 2006, no quería tratar solo los problemas griegos y empecé a colaborar con una revista europea, Cafébabel.
– Bueno, ¿y cómo evolucionó esto?
– A raíz de esto, logré construir una gran red europea, a través de la cual me encontraron corresponsales extranjeros, especialmente, al comienzo de la crisis Se han escrito varios artículos en los que se vislumbran mis propios pensamientos y aparecen ciertos contactos (o personas) detrás de ellos. Este es el trabajo del fixer, que yo desempeñé en varias ocasiones cuando tenía unos 20 años, porque, primero, ganas dinero y, segundo, tienes la oportunidad de ampliar tu red de contactos. Personalmente, lo vi como un servicio que me dio la oportunidad (cuando se escribían cosas muy malas sobre Grecia, me puse en contacto con corresponsales y jefes de medios de comunicación extranjeros) de guiar a la gente; les decía: «mire esto también, no es solo la plaza Syntagma y los molotov», que es lo que más estaban mostrando por aquel entonces. Y así se escribieron los primeros artículos sobre el espíritu empresarial griego. Dado que la confianza y la creencia de que la persona en la que confío me redirigirá a un buen profesional juegan un papel importante en este tipo de colaboración, en algún momento decidí crear una plataforma con mis contactos, donde cualquiera podría subir su portafolio en línea y cualquier persona interesada podría verlo.
– Has estudiado e ido a la escuela en cuatro países europeos (Grecia, Francia, Alemania y Bélgica). ¿Qué diferencias encuentras entre Grecia y otros países europeos?
– Cuando mis compañeros extranjeros crean instituciones, veo que pueden establecer algo y avanzar, mientras que nosotros pensamos que no tenemos dinero para vivir, lo cual no es insignificante. Es por eso por lo que se puede ver cómo una mente promedio avanza, porque existe una institución que le ayudará, y el pago de sus impuestos y de su póliza de seguros no le supondrá un obstáculo. Nosotros (los griegos) somos creativos y obedientes, pero, en Alemania, por ejemplo, establecen mejores límites profesionales y pueden negociar su sueldo más fácilmente. Además, cuando me acerqué a la Asociación de Periodistas Alemanes, me dijeron: “tienes algunos competidores alemanes, pero te ayudaremos tanto como podamos”. Así que me pusieron en contacto con ellos y surgieron algunas colaboraciones. En Grecia, las asociaciones de periodistas son sindicatos. Sin embargo, no importa en qué país vivas, es bueno tener mucho poder dentro de ti para desafiar cualquier dificultad, especialmente, si lo que quieres hacer tiene una dimensión empresarial.
– ¿Crees que esta es la solución para el periodismo europeo?
– Siempre he creído que la solución al periodismo europeo es el periodismo transfronterizo. No creo que necesitemos otro gran periódico. Porque ten en cuenta que un corresponsal se debe al medio con el que trabaja, no a las personas del país en el que se encuentra. Además, siempre he creído que la solución al periodismo europeo debería enfocarse especialmente en la red de contactos. Esta es la razón por la que, actualmente, estamos llevando a cabo un proyecto transfronterizo: Hermanas de Europa – Mujeres empoderando a Europa, un reportaje europeo que trata sobre la posición de las mujeres en la sociedad. Queremos hacer retratos de mujeres de diferentes países de Europa y Turquía, porque la posición de una mujer en una sociedad puede tener consecuencias para la sociedad en sí misma, algo que también se demuestra históricamente. Sin embargo, desafortunadamente, no es fácil financiar este tipo de proyectos porque, como puedes ver, las agencias también tienen otros servicios que apoyan su actividad periodística. Por ejemplo, Reuters es el proveedor de datos financieros más grande del mundo y Bloomberg es una compañía de software y gana dinero con terminales (sistemas de software).
– ¿Cómo afectan la ciencia y la tecnología al periodismo?
– Personalmente, creo en las estadísticas y la previsión. En EE. UU., veo, por ejemplo, que ya está obsoleto el periodismo basado en las típicas entrevistas de pantalla dividida en las que el entrevistado habla de lo que está sucediendo desde su punto de vista. Creo que hay datos que, con el procesamiento científico y tecnológico apropiado, pueden contribuir a la previsión. Al ejecutar diferentes métodos de regresión y cargar una gran cantidad de datos, se pueden ver datos relevantes el futuro o, en los casos en los que tengas fuentes conflictivas sobre un tema, puedes ver ambos lados, encontrar fuentes y dialectos y leer un periódico local adecuado.
– En un sistema difícil, como el de Grecia, ¿cómo actuaste para lograr lo que has emprendido por iniciativa personal?
– En primer lugar, tomas decisiones. Por ejemplo, prefiero la libertad a seguir instrucciones y órdenes, pero envidio a la persona que no tiene esta necesidad de libertad. Además, algo que me dijeron es: «Empieza a tejer y Dios te dará hilo». Y en mi vida, esto siempre ha sucedido. Muy a menudo, algo no funciona simplemente siguiendo una fórmula, sino siguiendo al corazón, sea lo que sea lo que esto significa para una persona, un proyecto tuvo éxito y salió. Por otro lado, necesitas tener disciplina y ser cuidadoso con el dinero. De alguna manera, así es como creo que suceden las cosas. Por supuesto, no es un camino fácil y, a veces, incluso si no hay factores de presión externos, es posible que no encuentres la fuerza para avanzar. En ocasiones, es difícil mantener la fe en ti mismo y en lo que haces. Los periodistas suelen mostrar el éxito, la felicidad y lo fácil que es algo, mientras que lo que no se ve, incluso de las personas que admiramos, pueden ser más útiles.
– ¿Hay un precio por la libertad?
– Lo hay, en múltiples aspectos, pero cada vez que intentaba comprometerme, sentía que mi energía se agotaba y al final siempre ocurría algo y lo dejaba. Creo que, aunque racionalmente hagas algunas cosas, siempre habrá una parte totalmente absurda (de ti mismo) que te moverá.