AUTOR: MARIA CHRONOPOULOU | FOTOGRAFÍA: VASILIS KOUROUPIS
– Thanasis, ¿cuál era tu idea cuando creaste GIVMED?
– La idea de GIVMED surgió después de una experiencia personal, cuando falleció alguien de mi entorno cercano. Nos sobraron muchos medicamentos y, definitivamente, tenían que ir a algún lado y no solo desecharlos. Recuerdo a mi madre tratando de donarlos, algo muy difícil, porque no podía encontrar la manera en Trípoli, donde vive, de llevar estos medicamentos a las personas que los necesitaban. Teniendo esto en mente, traté de crear algo que también fuese sin ánimo de lucro. De alguna manera, lo logré. Encontré a las personas adecuadas y empezamos.
– ¿Empezasteis como un equipo?
– Al principio, compartí esta idea con algunos amigos y personas que conocía y que podrían ayudarme. Oficialmente, empezamos en noviembre de 2015 y, en mayo de 2016, se formó el primer equipo de 5 desarrolladores, 2 personas con experiencia en negocios y nuestro diseñador gráfico. En ese momento, todos éramos estudiantes de Ingeniería Eléctrica y Mecánica en la Escuela Politécnica. Desde entonces, el equipo ha cambiado, algunos pasan menos tiempo, debido a otras obligaciones, otros más, y de alguna manera, así es como estamos evolucionando.
– ¿Por qué querías establecer algo propio desde el principio?
– Tenía algo de experiencia después de haber trabajado en una multinacional y una startup, y también estuve involucrado en el voluntariado. Además, quería hacer algo para ayudar a la gente, así que todo esto me llevó a tomar esta decisión.
– Sois una de las ONG que ha salido en la prensa internacional.
– En efecto. La verdad es que solo hay dos iniciativas similares a GIVMED: una en San Francisco y otra que trata sobre algo similar en Egipto. En general, no hay iniciativas correspondientes que permitan las donaciones de medicamentos y esta economía compartida.
– ¿Cuáles son los medicamentos que ves que más necesita la gente?
– Vemos que hay una demanda de medicamentos baratos como Depon, pero también de los más caros, como los medicamentos para el cáncer, que son muy importantes. Especialmente para este tipo de medicamentos hay un gran suministro, ya que es muy común que una persona fallezca y que sus familiares quieran donarlos a través de nuestra plataforma a alguien que realmente los necesita.
– ¿Cómo es exactamente el proceso?
– Básicamente, GIVMED es una ONG donde, a través de la aplicación que hemos desarrollado, un ciudadano puede donar sus medicamentos. Le hacen una fotografía, procesamos de qué medicamento se trata, cuándo caduca, y lo vinculamos en tiempo real con las necesidades que hemos registrado en varias organizaciones para fines públicos. Luego, el ciudadano, al consultar el mapa en nuestra página web, encuentra la organización para fines públicos más cercana y entrega allí sus medicamentos. Dependiendo del nivel de tecnología del usuario, puede usar nuestra aplicación o llamarnos para que le demos pautas. Además de la aplicación, hemos creado un sistema solo para las organizaciones para fines públicos, donde introducen sus medicamentos en su sistema, que pueden donar o registrar en un sistema de administración de almacenes. De esta manera, cada organización para fines públicos puede ver lo que está disponible y pedir los medicamentos que necesitan a través de nuestro sistema.
– ¿Qué definimos como organización sin ánimo de lucro?
– Con «organización para fines públicos» me refiero a farmacias sociales, donde la diferencia entre estas y las farmacias convencionales es que reciben donaciones de medicamentos de particulares, que son gratuitos para las personas que las necesitan. Las farmacias sociales pueden ser hogares de ancianos, instalaciones cerradas para niños o para pacientes con enfermedades mentales, y claramente deben tener un farmacéutico, por un lado y, por otro lado, deben cumplir con condiciones específicas para el almacenamiento de sus medicamentos. Entonces, antes de entregar cualquier medicamento, firmamos un contrato donde sabemos que se están cumpliendo ciertos estándares específicos. Como GIVMED, no recibimos ni damos medicamentos a individuos. Todo se hace a través de organizaciones de beneficio público. Y, por supuesto, es el farmacéutico quien verificará y juzgará si un paciente puede consumir un medicamento.
– He visto que algunos medicamentos no son aceptados.
– Correcto. A través de la aplicación hay una red de seguridad que no permite la donación de algunos medicamentos, como los medicamentos caducados, los que deben almacenarse en la nevera, medicamentos que contienen narcóticos u opiáceos, cremas abiertas o jarabes abiertos. Todos estos pueden ser establecidos por el usuario en el sistema, pero no pueden ser donados.
– ¿Cuáles son los desafíos a los que os habéis enfrentado?
– Un desafío es el marco institucional, que no está claro. Es decir, las farmacias sociales financiadas por el Estado no están totalmente armonizadas con el Ministerio de Salud. Otro problema al que hemos hecho frente es que hasta entonces no teníamos nada que ver con los medicamentos y la sociedad civil como equipo y que tuvimos que invertir mucho tiempo en entender cómo funciona este sector. Afortunadamente, tenemos la suerte de conocer a personas que han confiado en nosotros y pudimos aprender cómo funciona todo esto. Incluso hoy, hay cosas que no sabemos, pero estamos constantemente tratando de saber más y más. Finalmente, las organizaciones para fines públicos, inicialmente, se mostraron reticentes a trabajar con nosotros, porque siempre hay una cierta desconfianza a lo innovador, lo cual es lógico. Ahora, hemos demostrado el resultado nuestras acciones y algunas organizaciones muy serias nos han apoyado. Así, la desconfianza inicial se ha desvanecido.
– ¿Habéis pensado en expandiros a otros países?
– Empezamos como una ONG y es nuestra elección ser una ONG en vez de una startup, porque lo que nos interesa es resolver el problema en Grecia y que todas las personas tengan acceso a sus medicamentos. Podríamos simplemente [como startup] crear una aplicación que funcione por todo el mundo donde todos puedan donar sus medicamentos. Obviamente, si alguien quiere hacer algo similar en otro país, podemos brindarle el conocimiento, pero nuestros planes inmediatos son ayudar a las personas en Grecia.
– ¿Crees que mostramos generosidad como pueblo?
– Eso no lo sé. No he vivido en otro país y por eso no puedo juzgar. Pero lo que veo es que muchas personas han ayudado en este caso. Puede ser simple que alguien dé los medicamentos que no necesita, y tal vez se los daría de todos modos, pero los que los donaron pasaron por este proceso, lo pensaron y se involucraron incluso un poco. Para mí, esto es alentador: tengo una evidencia positiva de que no estamos totalmente alienados o que no somos totalmente indiferentes a lo que sucede a nuestro alrededor, lo cual es importante.